Un huevo de avestruz forma el cuerpo de este recipiente, que proviene del tesoro del monasterio de Heriden en las cercanías de Anstaag. El engaste de plata dorada y esmalte con cierre a tornillo y cadena, data de la época gótica alrededor de 1420. El huevo de avestruz era un objeto exótico y precioso de África y Arabia. Los avestruces ponen los huevos en la arena, se calientan con el sol del día y no necesitan ser incubados, esto lo relacionaban con la resurrección de Cristo. Lo consideraban un recuerdo de Dios. Se colgaban en las iglesias y hacían de relicario para agua del Jordán o tierra bendita. Mas tarde la cáscara se utilizó para usos medicinales.
Museo de la Residencia (Munich)